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Raúl Olmos: "La corrupción es mucho más amplia que el caso de Emilio Lozoya"

El periodista y autor de "El Gigante de Lodo" señala que desde el sexenio de Felipe Calderón se dieron múltiples beneficios a la constructora Odebrecht.
vie 17 julio 2020 05:50 AM
El periodista y escritor Raúl Olmos señala que la extradición de Emilio Lozoya señala que la FGR debe documentar perfectamente los dichos el exfuncionario federal para que la investigación no termine arrojando impunidad.
El periodista y escritor Raúl Olmos señala que la extradición de Emilio Lozoya ha generado la expectativa de que se va a esclarecer el caso de corrupción de Odebrecht, pero espera que la FGR documente los actos corruptos muy bien para que no sea un fiasco.

La llegada de Emilio Lozoya a México ha generado la expectativa de que, por primera vez, desde que brotó el escándalo de Odebrecht en 2016, la autoridad va a lograr desenmarañar el caso en el país para que no haya impunidad, no obstante habrá que estar expectantes a que que no quede en mera expectativa y realmente se termine aportando información, considera Raúl Olmos.

Para el periodista y escritor que ha documentado el entramado Odebrecht desde su inicio, la corrupción generada por la constructora brasileña en México, data de tiempo atrás y tiene una amplitud más extensa de personajes políticos e integrantes del poder político que solo el exdirector de Pemex, quien arribó a México hace unas horas, extraditado de España, tras su detención en febrero pasado.

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De acuerdo con el autor "El Gigante de Lodo", libro con el que documenta el caso Odebrecht, esta trama de corrupción no es solo de Emilio Lozoya, sino que es mucho más amplía y abarca a más personas políticos y tiene una mayor extensión en el tiempo.

“Los sobornos que transfirió Odebrecht a nuestro país datan desde el 2009 en el sexenio de Felipe Calderón, está documentado que desde entonces, el departamento de sobornos hizo transferencias hacia nuestro país, y el gran enigma es a cambio de qué, a manos de quién fueron a dar esos recursos, si Emilio Lozoya es señalado de los sobornos a partir de 2012, ¿qué pasó entonces entre 2009 y 2011?", cuestiona.

El funcionario en el gobierno de Enrique Peña Nieto enfrenta dos causas penales por enriquecimiento ilícito, operaciones con recursos de procedencia ilícita y cohecho, relacionados con la compra de la planta de fertilizantes, Agro Nitrogenados, a la empresa Altos Hornos de México (AHMSA) y con los sobornos de la constructora brasileña.

Lozoya llegó a un acuerdo de colaboración con el gobierno de México, a través de la figura legal conocida como criterio de oportunidad, con el que presuntamente ofreció más de 15 horas de grabación sobre presuntos actos de corrupción, incluyendo sobornos a legisladores para aprobar la Reforma Energética en 2013.

Hay una gran expectativa de que por primera vez, desde que brotó el caso de corrupción de Odebrecht, la autoridad logre desemarañar este asunto gracias a un acuerdo de colaboración con el principal involucrado, en este caso Emilio Lozoya, insiste Olmos.

"Yo espero que no nos llevemos frustraciones, que no se quede en mera expectativa y que realmente termine aportando información”.

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Lozoya, en la mira

El periodista explica que las dos causas penales en torno al exdirector de Pemex son las referentes a la compra de la planta “chatarra” Agro Nitrogenados, que se realizó a altos costos y en condiciones muy desventajosas para Pemex, y la de los sobornos de Odebrecht, para los contratos para la Refinería de Tula, Hidalgo.

Estos dos casos, detalla, se entrecruzan, luego de que las compañías utilizaron el mismo esquema y la misma estructura de transferencias de sobornos, incluso las mismas cuentas que tenía Lozoya.

Son dos causas penales y es muy importante que se tenga presente, una por AHMSA, con la planta de Agro Nitrogenados, y otro que tiene que ver con Odebrecht, que son los sobornos a cambio de la refinería de Tula.

En mayo de 2019, cuando se libraron las órdenes de aprehensión contra el exfuncionario federal, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Hacienda, Santiago Nieto, explicó que encontraron que se habían hecho pagos de Altos Hornos de México a una empresa filial de Odebrecht, y de esa empresa filial a una empresa constituida en Suiza, cuyos accionistas eran Lozoya y su hermana, quienes regresaron el dinero al país, a través de la triangulación de recursos para la adquisición de un inmueble.

Recomendamos: La trama Lozoya-Altos Hornos y su relación con Odebrecht

Olmos considera que fue justo la vinculación de su madre, Gilda Austin y su hermana Gilda Lozoya, el motivo por el que el exdirector de Pemex aceptó ser extraditado a México para enfrentar sus cargos y aportar información a cambio de beneficios legales.

“Lo que llevó un poco a negociar fue el asunto que involucra no solamente a él, sino a integrantes de su familia, a su mamá, a su hermana, y esto ya toca las fibras sensibles de las personas que quieres”, comenta.

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¿Oportunidad o impunidad?

A más de tres años de que brotó el caso de Odebrecht, México no había imputado a ninguna persona por los supuestos sobornos que se dieron en el país a cambio de contratos de obras. De acuerdo con el Departamento de Justicia de EU, fueron 10.5 millones de dólares que se dieron a un funcionarios mexicanos, entre ellos un directivo de Pemex, que resultaría ser Emilio Lozoya.

Directivos de Odebrecht, quienes participaron en acuerdos parecidos al que tendrá Lozoya en México, confirmaron que él fue el principal benefactor de dichos recursos.

Raúl Olmos plantea que, aunque “se oye horrible” que la autoridad termine negociando con un acusado de corrupción, gracias a estas “delaciones premiadas”, como se llaman en Brasil, permitieron conocer el alcance y profundidad de esta trama de corrupción. No obstante, el escritor señala que la Fiscalía General de la República (FGR) tiene en sus manos la oportunidad de ir a fondo y que eso no quede como el gran caso de impunidad de este sexenio.

Olmos detalla que el papel de Lozoya fue clave en este caso, primero cuando fue coordinador de vinculación internacional en la campaña de Enrique Peña Nieto, y eso significaba estar negociando o acercándose con futuros y posibles inversionistas. En ese entonces, su superior jerárquico era Luis Videgaray, coordinador de la campaña del priista.

La segunda parte fue cuando era titular de Pemex, lapso en que se pagaron más sobornos de Odebrecht. Si bien el Consejo de Administración de Pemex, era quien tenía que avalar que estos contratos, él es el señalado de recibir los beneficios. Destaca que en el Consejo también participaba Luis Videgaray como titular de Hacienda.

“Yo creo que ahí va a apuntar Emilio Lozoya, diciendo que las grandes decisiones de los actos hacia Odebrecht no recaían en sus manos, con lo cual tiene razón, porque no era una atribución de él asignar los contratos por dedazo. Los tenía avalar el Consejo de Administración y hay actas donde efectivamente aparece quiénes avalaron esos contratos", comenta.

Olmos señala que sería “tremendamente injusto” y “una señal de impunidad”, si la autoridad, en este caso la FGR, apunta hacia abajo, diciendo que quien firmó el contrato era el director del área de tal cosa, porque “estarán sacrificando a los menores para salvar a las cabezas”.

Por ello, para el periodista, el gran reto de la autoridad es que la investigación no quede solo en los dichos de Emilio Lozoya, sino que él efectivamente información documental, pruebas.

Además, de que se corre el riesgo de que se empiece a desviar la atención del tema de los sobornos a cambio de contratos multimillonarios y por los que hay causas penales y que a cambio, la autoridad celebre el castigo de otros delitos que no son por los que se le arrestó y extraditó a México.

"Si solamente queda como los dichos, grabaciones que sugieren, pero que no documentan a plenitud las posibles negociaciones, los acuerdos corruptos, esto puede quedar como un gran chasco”, advierte.

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